miércoles, 5 de diciembre de 2012

sábado, 1 de diciembre de 2012

Alemania, Suecia y Noruega demandan ingenieros industriales de España

Entrevista publicada en el Faro de Vigo (Dic. 2012)

El sistema de acreditación de ingenieros técnicos industriales le permitirá a los profesionales de esta provincia, de Galicia y del resto de España "dar el salto al exterior", al reflejarse en el currículum la experiencia adquirida a lo largo de toda la trayectoria laboral. El presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, José Antonio Galdón, revela que existe una importante demanda de este tipo de operarios en el exterior.

-¿Cuáles son los países más interesados?
- Alemania, Suecia, Noruega y Austria demandan ingenieros técnicos industriales de España. Alemania como polo industrial de la Unión Europea es la que está demandando mayor número de profesionales.

-¿Cuáles fueron los últimos avances?
-El tiempo nos ha ido dando la razón. En el mes de septiembre, la comisión europea instó a los miembros para que se reconocieran las competencias adquiridas de forma ajena a la universidad, basadas en la experiencia profesional y en la formación, y este martes llegaron a un acuerdo todos los ministros de Educación de la Unión Europea para poner en marcha un sistema homogéneo de reconocimiento de esas competencias. Eso facilitará mucho la movilidad, la competitividad y las ofertas laborales. Afectará en gran medida a nuestro país, que somos los que tenemos el récord de desempleo.

-¿Cuántos ingenieros técnicos industriales hay en España?
-Ahora mismo estamos colegiados cerca de 96.000. En estos momentos, en la página web del colegio tenemos quinientas ofertas de empleo. La mayoría son fuera de nuestras fronteras. Lo más deseable sería que esa demanda procediera de nuestro país, para que no perdiéramos ese capital humano, pero mantenemos la esperanza de que se pueda hacer un plan de retorno, con el fin de recuperarlos cuando empiece a tirar de nuevo la economía.

-La crisis no se está cebando, precisamente, con los ingenieros técnicos industriales.
-Debido a la versatilidad que tenemos, nos estamos adaptando bastante bien. Tenemos una cifra de paro que oscila entre el 13 y el 15%, dependiendo de la comunidad autónoma. Por lo tanto, la tasa es inferior a la de los demás sectores.

-¿España recuperará su empuje?
-España puede volver a ser la octava potencia económica del mundo. De esta crisis hay que tomar nota para no repetir errores. Si la contemplamos como una oportunidad saldremos reforzados.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Las inversiones y el capital humano volverán al país

Entrevista publicada en Diario de Avisos (Nov. 2012)

José Antonio Galdón Ruiz, presidente del Consejo General de Ingeniería Técnica Industrial, visitó recientemente la sede colegial de Santa Cruz de Tenerife, con el objetivo de dar a conocer el nuevo Sistema de Acreditación DPC de Ingeniería, dentro de las Jornadas de Difusión de la Ingeniería Técnica Industrial. En este marco, Galdón Ruiz explicó algunos aspectos relacionados con la situación de la profesión dentro del entorno socioeconómico actual y otros vinculados a la adaptación de la profesión de ingeniero técnico industrial a la nueva normativa impuesta por el plan de Bolonia.

-¿Cómo está afectando la crisis a esta profesión?

"Nosotros hemos pasado de un paro meramente testimonial, de mejora de empleo, en torno al 2,5%, a la media que tenemos ahora, del 13%. Lo que sucede es que en nuestro país no se está generando empleo para los ingenieros y resulta que estamos muy solicitados en el exterior. Pienso que es mejor que cualquier ingeniero trabaje fuera como ingeniero antes que en España realizando labores que no son la suyas propias. Nosotros estamos totalmente convencidos de que el sector industrial de un país es el indicativo y la base del crecimiento económico. Ahora mismo es demostrable que los países que están más industrializados son los que están superando mejor la crisis".

-¿Cuál es la situación en España?

"Estoy convencido de que España tiene unas magníficas infraestructuras, unos magníficos profesionales..., pero seis millones de parados, el 50% gente joven. España es un país muy competitivo, en el que se trabaja muchas más horas que en el resto de Europa y en el que se cobran los sueldos más bajos de muchos países europeos. Con esta situación, me pregunto por qué no somos capaces de atraer polos industriales y de innovación, o bien que desde aquí los propios ingenieros puedan trabajar para industrias de otros países. En este aspecto, estamos reivindicando que, en la medida de las posibilidades, se sientan las bases y el clima adecuado para favorecer esa inversión. Sabemos que ahora mismo la situación económica parece que no invita mucho a que se invierta en este país, aunque estamos convencidos de que eso cambiará y de que volverán las inversiones a España para que realmente podamos recuperar todo ese capital humano que se nos ha ido".

-¿Cómo están considerados los ingenieros fuera del territorio español?

"Magníficamente, y me atrevería a decir que mejor que aquí. En nuestra página web tenemos cerca de 500 ofertas de empleo de las que casi 400 son para el extranjero. Tenemos el déficit de que nuestro sistema educativo carece de enseñanza de idiomas y esto es algo que llevamos arrastrando muchísimo tiempo. Entendemos que no es la universidad el sitio donde se deben aprender los idiomas, sino que se tienen que aprender muchísimo antes, en la educación primaria y secundaria. Cuando uno acude a estudios universitarios, tiene que estar preparado para estudiar en cualquier otro idioma".

-¿Cuáles son los campos con más futuro para los técnicos industriales?

"Si hablamos del futuro más inmediato, el sector energético, de generación de energías renovables y de certificación energética, aunque realmente me gustaría que fuera en el campo industrial, que es realmente el nuestro. Actualmente estamos trabajando sobre todo en el modelo de emprendedores. Hemos creado un premio a través de la Fundación Técnica Industrial en el que premiamos no la idea emprendedora sino su puesta en marcha. Desde todos los colegios también intentamos favorecer ideas emprendedoras para que los compañeros sean autogeneradores de empleo, no solo el suyo, sino del resto de profesionales".

-¿En qué consiste el Sistema de Acreditación DPC para Ingenieros Técnicos Industriales que da a conocer por las sedes colegiales?

"Se trata de reconocer la experiencia y la formación continua, en este caso de los ingenieros técnicos industriales. De este modo, estamos cumpliendo con las premisas que vienen de las directivas europeas basadas en el reconocimiento de competencias adquiridas a lo largo de la vida y fuera de la formación formal que se recibe en la universidad. De hecho, es la propia Comisión Europea la que impulsa esta serie de medidas. Con el desarrollo profesional continuo se trata de influir en tres factores fundamentales: facilitar la movilidad, la competitividad y la empleabilidad".

-¿Cuándo entró en vigor este sistema de acreditación y qué aceptación tiene?

"El sistema lleva implantándose desde mayo de este año y se va estableciendo paulatinamente en todos los colegios conforme estos van desarrollando sus mesas de acreditación. Su acogida está siendo magnífica, puesto que, además de los numerosos compañeros interesados en él, son muchas otras las profesiones que están realizando sistemas similares. Además, nuestros profesionales están viendo que, gracias a la acreditación DPC, en este momento contamos con más de 500 ofertas de empleo específicas debido a que una de las virtudes de este sistema es que otorga un currículo certificado, veraz, que es muy útil para los empleadores y que facilita muchísimo la empleabilidad de nuestros compañeros".

-¿Qué valoración le merece el curso de adaptación al grado que han de realizar los profesionales?

"Ojalá existiesen criterios definidos y uniformes en todo el país sobre este asunto. Cada universidad está adoptando una serie de criterios que no coinciden en todos los centros universitarios. De hecho, el mismo curso de adaptación que un ingeniero tiene que cursar para ser graduado va desde 106 hasta 28 créditos, según las distintas comunidades e incluso según distintas universidades dentro de la misma región. Lo que hemos notado es que el legislador ha dejado un vacío a través del Decreto 861/2010, en el que se indica que las universidades podrán reconocer la experiencia profesional. Al decir podrán, cada universidad realmente hace lo que quiere".

-¿Qué les diría a los colegiados?

"Me gustaría mandar un mensaje de optimismo porque estoy seguro de que vamos a salir de esta situación económica en la que nos encontramos".

martes, 9 de octubre de 2012

La Acreditación DPC es un título profesional donde se reconocen las competencias y se facilita la empleabilidad


Entrevista publicada en el Diario de Jaén (Oct. 2012)

Oriundo de Jaén, en concreto de Santisteban del Puerto, el actual presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, José Antonio Galdón Ruiz, fue con sólo 30 años, el decano más joven del país, responsable del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de la Región de Murcia. Desde el año pasado representa a este colectivo profesional en España, con más de 94.000 colegiados, repartidos entre los 50 colegios que existen en todo el territorio nacional.
Galdón Ruiz ha visitado Jaén y el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Jaén de la mano de su decano, Miguel Ángel Puebla, para informar a los compañeros de todas las novedades que se están implantando desde el Consejo General y en beneficio del desarrollo de la profesión.
-Son tiempos de cambio y de adaptación de las profesiones al medio, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los ingenieros técnicos industriales?
Efectivamente, todo está cambiando, los tiempos son difíciles y necesitamos reinventarnos y ofrecer nuevos servicios a la sociedad y, como no, desde el Consejo General, a los colegiados. Igualmente, tenemos que ceñirnos a las nuevas tendencias y nuevas normativas que nos van llegando desde la Comunidad Económica Europea y desde otros países. Algunos de los retos más importantes son, entre otros, la promulgación de la Ley de Servicios Profesionales que en definitiva dará un giro en cuanto al acercamiento de las profesiones al resto del ámbito europeo y que facilita la movilidad, la competitividad y la empleabilidad.
-¿Cómo afecta la actual crisis a la profesión y cómo se afronta desde el colectivo?
El desempleo afecta alrededor del 10 ó 12 por ciento de nuestros ingenieros. Jóvenes muy bien formados que se ven obligados a emigrar a otros países para desarrollar su labor, lo que genera una tristeza enorme, que después del esfuerzo y la inversión en formar a estos ingenieros tengan que trasladarse para desarrollar su potencial fuera.
-¿Cuáles son los campos con más futuro para los ingenieros técnicos industriales?
Ahora mismo, sobre todo, el campo energético, no sólo la eficiencia energética sino las diferentes fuentes de producción, certificación energética en edificios, vehículos eléctricos... son los ámbitos con mayor futuro inmediato.
-Tanto el Consejo General como el Colegio de Jaén y el resto de colegios del país están trabajando en la implantación del Sistema de Acreditación DPC, ¿en qué consiste?
Este uno de los asuntos en los que estamos centrando todos nuestros esfuerzos. Se trata de un modelo basado en el desarrollo profesional continuo y basado en tres principios fundamentales: empleabilidad, movilidad y competitividad de los ingenieros.
-¿Cómo se materializa este Sistema?
La estructura profesional en todos los países habla de reconocer las competencias adquiridas a lo largo de la vida laboral. A través de una plataforma con soporte web, y diferentes acreditaciones, se va reconociendo y recogiendo la cualificación adquirida a lo largo de la vida profesional, no sólo el aspecto formativo, la Universidad, los cursos, sino la trayectoria en el ámbito laboral.
-Una especie de currículum vitae avalado por el Consejo General...
Se trata de que cada ingeniero vaya haciendo su desarrollo profesional a lo largo de la vida y de que, de alguna manera, se le vayan reconociendo esas competencias conforme va trabajando y formándose, ese es el objetivo final. Titulación y vida profesional, desarrollo continuo de formación: jornadas, cursos... Estamos hablando con la Acreditación de DPC de un título profesional en el que se reconozcan las competencias. En la actualidad, esto necesita una norma regulatoria que, de alguna manera, lo ampare. Otros países lo están haciendo y España va retrasada, pero tenemos hasta 2015 para adaptar esta fórmula.
-¿Está ya en funcionamiento?
Sí. Lo presentamos en mayo en la Real Academia de la Ingeniería en Madrid y contamos con unas trescientas ofertas de empleo en la página de acreditación. Desde el Consejo ya hemos firmado acuerdos con empresas punteras del sector para que la plataforma tenga contenido y podamos desde ya poner en contacto a las empresas que ofertan empleo con los perfiles profesionales que más le interesen y se amolden a la oferta en cuestión. Cada ingeniero cuenta con su propio sello profesional y eso ayuda a acortar el tiempo y mejorar que la oferta y la demanda se amolde lo máximo posible. El empresario tarda menos en encontrar lo que busca y en ingeniero menos tiempo de adaptación a la empresa.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Encuentros para impulsar la Industria

Publicado en la Revista Técnica Industrial (Sept. 2012)

Un año más, y ya van 17, se ha celebrado en la maravillosa ciudad de Gijón una nueva edición de los Encuentros con los ingenieros técnicos industriales, magníficamente organizados por el Colegio del Principado de Asturias. Lo que se llama “encuentros” resultan ser unas jornadas de trabajo intensas en las que se tratan los temas de máxima actualidad profesional. Aunque, por desgracia, en la actual coyuntura se ven empañados por la mala situación general de nuestra economía, los temas se abordan des-de el optimismo y la oportunidad que siempre respira nuestra profesión, acrecentados por la festividad de las fechas veraniegas y el entorno en el que se celebran. Pero todo ello no sería posible sin el amor a la profesión y el compromiso con la sociedad que impregnan estos encuentros y que se encarga de insuflar nuestro querido compañero Enrique Pérez.
Uno de los temas centrales del programa de este año fue el de las smart cities o ciudades inteligentes, que conjuga perfectamente la necesidad creativa y tecnológica de los ingenieros y la calidad de vida de los ciudadanos, como quedó patente con las diferentes ponencias realizadas. Este campo representa, ciertamente, un importante área de trabajo para nuestros profesionales, a pesar de la imposibilidad actual de realizar grandes inversiones. Pero esta dificultad estimula todo nuestro ingenio para conseguir estos objetivos con el menor coste posible. No cabe duda de que la mejora del entorno y la calidad de vida en las ciudades son objetivos clave y fundamentales para el correcto desarrollo y prosperidad de nuestra sociedad, y por tanto lo son también para la Ingeniería Técnica Industrial española.
En estas jornadas me correspondió rescatar un tema que por obvio parece olvidado, que es el de la seguridad industrial. Se trata de un asunto tan asumido por la sociedad que pasa casi desapercibido. Esta seguridad, que no deja de ser un derecho de los ciudadanos, como así viene reflejado en nuestra Constitución, está en “peligro de extinción” si no se adoptan las medidas necesarias que consigan el equilibrio óptimo entre la “liberalización” y la “calidad” de los servicios profesionales, que, por otro lado, son objetivos básicos de la Directiva de Servicios 2006/123/CEE. Y es que en España se ha hecho y se está haciendo una transposición muy sesgada hacia la liberalización y se está obviando la seguridad, lo cual producirá un desequilibrio nada deseable en nuestra sociedad. Es obvio que la burocracia en nuestro país es excesiva, como también lo son las barreras administrativas y legislativas entre las diferentes comunidades autónomas, Diputaciones y Ayuntamientos, pero también es obvio que para solucionar ese problema no es necesario recortar la seguridad de los ciudadanos, y que bastaría con ser coherentes y tener claros los objetivos perseguidos.
Si pretendemos una agilización administrativa, que, a su vez, favorezca una mayor competitividad empresarial y emprendedora, esta pasaría siempre por la seguridad jurídica que necesitan estas empresas y por la seguridad que necesitan los ciudadanos, y al parecer estos conceptos no están claros, y se está tomando un camino equivocado. Lo prioritario es homogeneizar y armonizar normativas y procedimientos, para así tener –como así lo dice la Constitución española– un mercado único y poder integrarnos en el mercado único europeo. Pero, además de esto, hay que tener en cuenta las enormes posibilidades que la administración electrónica ofrece y que no están siendo utilizadas, y todo ello sin olvidarnos de la labor de colaboración con la Administración que realizan los colegios profesionales desde la perspectiva de control profesional y mejora de la calidad de los servicios profesionales.
Todo esto, enmarcado en el contexto europeo, fue expuesto por el jefe de Gabinete del Comisario de Industria y vicepresidente de la Comisión Europea, con quien además coincidimos en la imperiosa necesidad de una tercera revolución industrial. Y es que no cabe duda de que las economías que mejor están resistiendo esta crisis son las más industrializadas, ya que la industria representa el motor de toda una sociedad que se mueve bajo las ruedas de la innovación, el desarrollo, la investigación y el progreso.
Llegados a este punto, parece claro que nuestro país necesita potenciar la industria y para ello cuenta con todos los ingredientes necesarios, pero hace falta cocinarlos adecuadamente. Da la impresión de que dentro de la Unión Europea se está polarizando la industria en determinados países, y nosotros no somos precisamente uno de esos polos. Resulta que nuestro capital humano (ingenieros y personal cualificado) está siendo reclamado en otros países, porque aquí no somos capaces de emplearlo; resulta también que todas las magníficas infraestructuras que se han creado en nuestro país (en algunos casos desproporcionadas) están siendo infrautilizadas, y además nuestros salarios son muy inferiores a los de los países polarizados industrialmente. Pues bien, este cúmulo de factores representa nuestro gran potencial, y ahora solo necesitamos crear el clima necesario para que podamos atraer inversiones extranjeras, que implanten sus industrias y de esta forma impidamos nuestra descapitalización humana, que significará a la larga nuestra condena al estancamiento y la recesión.
Para concluir estas jornadas, y a modo de puesta en común, se realizó por primera vez en Gijón un pleno-asamblea extraordinario del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, en el que estuvieron representados los 50 colegios. En este pleno se enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de los servicios profesionales y las actuaciones de los colegios profesionales. Termino con un agradecimiento especial al Colegio del Principado de Asturias y a su decano, por haber sabido crear ese clima ideal. Y os animo a todos a reproducir diariamente esas condiciones porque sin duda alguna nos ayudarán a trabajar y a pensar más y mejor, que es lo que necesitamos.

viernes, 10 de agosto de 2012

Si España tiene los ingenieros y Alemania la industria, que se trasladen ellos aquí

Entrevista publicada en La Nueva España (Agosto 2012)


El presidente del Consejo de la Ingeniería Técnica Industrial, José Antonio Galdón Ruiz, lleva varias semanas visitando los colegios profesionales que integran este órgano para dar a conocer el sistema de acreditación que acaban de poner en marcha para los ingenieros técnicos industriales de España. Esta iniciativa avala y certifica la formación continua y la experiencia profesional de quienes accedan a este sistema. El proyecto surge de una necesidad propia de los profesionales: la de contar con una herramienta que, como en otros países, facilite su reconocimiento social y certifique el grado de maestría del profesional y las capacidades adquiridas.



-¿Qué beneficios tendrán los ingenieros que se acrediten?
-A parte de que van a tener un currículo totalmente certificado que acredita que todo lo que se dice allí es veraz, les da la posibilidad de realizar un desarrollo profesional continuo, incentivándoles para poco a poco vayan prosperando dentro de su carrera profesional. Además, lo que hace es una diferenciación porque da una marca personal a cada ingeniero que con la competitividad que existe hoy en día entre los profesionales les aporta una aval para que sean reconocidos directamente por la sociedad. De alguna forma, la acreditación lo que hace es identificarles como un tipo de ingeniero: junior, senior, advance o expertise.



-¿Qué compromisos asume el ingeniero?
-El de la formación continua. Hoy en día todos los ingenieros necesitan una formación permanente porque los avances tecnológicos son muchos y los cambios normativos constantes, pero es algo que la sociedad no ve. Con el nuevo sistema de acreditación, en función del nivel que tengas, es necesario realizar una formación específica y esa formación se hace visible a la sociedad de forma que cualquiera que vaya a contratar los servicios de un ingeniero acreditado sabe que es un ingeniero totalmente formado y preparado en las últimas tecnologías.



-¿Hay receptividad entre los profesionales a incorporarse a este modelo?
-Sí, pero es un sistema que se tiene que ir introduciendo paulatinamente en la sociedad. Poco a poco irá calando. Ahora mismo levanta mucha inquietud entre los colegiados porque se preguntan para qué sirve, pero de lo que se trata es de que la propia sociedad exija que exista este tipo de acreditación, igual que ocurrió en otros países.

-Pero implica costes para quienes deseen asumirlo...
-Hemos establecido unos precios básicos para que cubran los gastos de gestión. El sistema de acreditación obliga a validar y compulsar todos los documentos y conlleva el mantenimiento de la página web y la bolsa de empleo. Todas esas cuestiones son las que se tratan de cubrir con los precios. La máxima tasa, la de expertise, son 150 euros, asumible. Además, uno de los grandes objetivos de la acreditación es que los ingenieros puedan encontrar empleo. Para los que están en paro, en algunos casos el trámite es totalmente gratis.



-¿Cuántos ingenieros se contabilizan en este momento en situación de desempleo?
-Las estadísticas señalan que la tasa de paro ronda entre el 10 o el 12%. Es inferior al resto de trabajadores. También tenemos muchos profesionales que están intentando salir fuera porque la demanda de ingenieros desde el exterior es importante.

-¿Alemania es el destino natural para un ingeniero?
-Sí. Alemania, Reino Unido... todos esos países son de los que más ofertas nos están llegando porque la industria suya sigue creciendo aunque ya empieza también a resentirse. La realidad en Alemania es que sus ingenieros están envejeciendo y no existe vocación de estudiar Ingeniería. Por eso están viendo que necesitan rejuvenecer las plantillas porque si no, no van a poder mantener la industria.

-¿Sería esa la oportunidad para los ingenieros españoles que ahora mismo se encuentran en paro o tratando de hacerse un hueco en el mercado laboral?
-Es una de las posibilidades, no la única. Si España tiene los ingenieros y Alemania tiene la industria, pues que traigan la industria aquí que les saldrá más barato, antes de que los ingenieros nuestros tengan que irse fuera. Yo creo que en España se deberían sentar las bases de un modelo de crecimiento y desarrollo industrial que resulte atractivo para que las empresas alemanas se asienten aquí. Ya que tenemos la capacidad técnica para llevar adelante ese tipo de industrias, que se implanten en España. Nos dicen que en Alemania un ingeniero cobra mucho más que en nuestro país. Pues vamos a ver si nos ponemos de acuerdo sin necesidad de exportar siempre nuestro capital humano.

-¿Están bien vistos en Europa los ingenieros españoles?
-Por supuesto. Los alemanes y los austriacos no piden profesionales. En realidad, los ingenieros españoles están mucho mejor valorados más allá de las fronteras de nuestro país que dentro.

-¿Bolonia les ha perjudicado tanto como dicen?
-Partiendo de la base de que el sistema de Bolonia trataba de unificar los títulos universitarios a nivel europeo nos hemos dado cuenta de que ha sido un auténtico fracaso. Se planteaba hacer unos títulos de ingenieros que pudieran ser válidos para toda Europa pero se sacan los tres niveles (graduado, máster y doctorado) que no coinciden en ningún momento con la denominación de otros países, incluso, si me apuras, ni con la duración de los estudios porque hay países que tienen grados de tres y cuatro años, con lo cual lo que estamos es desunificando todo.

-¿Qué solución plantean?
-El nombre de la titulación no es significativo porque no dice exactamente nada sobre esa persona. Nosotros entendemos y defendemos a capa y espada que lo importante es qué sabes hacer. Para eso está la acreditación profesional. Y si lo sabes hacer en España, lo sabes hacer en Francia, en Inglaterra, en Brasil... Entonces defendemos un título profesional donde se recojan las competencias profesionales de cada uno. Esa es la única manera de identificarnos fuera de nuestras fronteras. Los títulos académicos son lo que son, cada universidad le pone el nombre que quiere y luego ninguno de ellos coincide.

-¿La convivencia de grados especialistas con másteres generalistas complica la situación?
-Se está haciendo Bolonia a la inversa y en la ingeniería se ha hecho así. Cuando se hablaba de que los grados tenían que ser generalistas y los másteres especialistas, en España se ha hecho al revés por seguir manteniendo la estructura que había antes y venía de hace dos siglos. Ya está bien.

-¿Se sienten discriminados? 
-Yo creo que hoy en día la universidad española no se puede permitir el lujo de formar un ingeniero para que salga a la calle y le llamen ingeniero inferior porque hay otro que es superior, en sentido figurado. Y eso no ocurre en ningún país de Europa ni del mundo, que se mantengan dos niveles en la función pública para titulados universitarios. De hecho, los ingenieros técnicos industriales podemos ser del máximo nivel en Europa y, sin embargo, en España no. ¿Dónde se ha visto eso? Eso carece de sentido. Tenemos que modificar los planteamientos.


martes, 26 de junio de 2012

Entrevista en Onda Cadiz TV (Junio 2012)

Entrevista en Onda Cádiz TV, junto al Presidente del Consejo Andaluz y el Secretario del COGITI, sobre todos los temas de actualidad de la Ingeniería Técnica Industrial.                                                                                              

domingo, 10 de junio de 2012

Y los proyectos se hacen realidad

Publicado en la Revista Técnica Industrial (Jun. 2012)

El pasado 11 de mayo fue un día especial. Después de un intenso e ilusionante trabajo, el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (Cogiti) presentaba en la Real Academia de Ingeniería (Madrid) el Sistema de Acreditación DPC Ingenieros, en el que hemos estado trabajando durante más de un año.
Y digo “un día especial”, porque cuando cualquiera de nosotros inicia un proyecto, está deseando que llegue el día de su puesta en marcha y poder mostrarlo a la sociedad, y ese día había llegado. Pero para llegar hasta aquí, no ha sido nada fácil el camino, y ha hecho falta muchísimo trabajo, e ilusión, y eso es precisamente lo que ha derrochado el equipo humano del Cogiti, unido al unánime apoyo de todos los colegios que forman nuestro consejo, a la enorme implicación de los miembros de la Comisión del Sistema de Acreditación y, por supuesto, al calor recibido por nuestra propuesta desde Unión Profesional y todos sus integrantes, que desde el principio nos han animado a seguir adelante con el proyecto y han aportado sus iniciativas al mismo.
También quiero expresar mi agradecimiento a las empresas colaboradoras con el Cogiti, que desde el principio han confiado en el proyecto y lo han estado enriqueciendo con sus aportaciones e ideas, así como a los sindicatos, la patronal y otros agentes sociales que nos han escuchado y nos han manifestado su convencimiento de la enorme utilidad del sistema y las bondades que presenta. Todos ellos nos han manifestado el compromiso de colaboración para su mejor implantación en la sociedad.
En definitiva, quiero dar un agradecimiento general a todos los que han hecho posible que lo que hace un año era un sueño ahora sea una realidad que acaba de nacer. La Acreditación Profesional DPC (desarrollo profesional continuo), surge de la inquietud y de la imperiosa necesidad de adaptarse a los requerimientos reales de la sociedad y de los profesionales. Y, por supuesto, para reivindicar el papel fundamental que hoy por hoy desempeñamos los colegios y corporaciones profesionales.
Los colegios hemos sido, somos y seremos, instrumentos fundamentales para el desarrollo de una sociedad justa, equilibrada y segura, y en ello hemos de seguir poniendo todo nuestro empeño, y no cabe duda de que estos últimos cambios que nos han afectado y los que están por venir están propiciando que tengamos que modificar nuestra velocidad de crucero e imprimir una aceleración en nuestras actuaciones para recuperar el camino perdido y situarnos nuevamente en el lugar que nos corresponde y que, por otra parte, la sociedad demanda.
Y es que no hemos de olvidar que los colegios tenemos nuestra base en los profesionales y en la sociedad y a ellos nos debemos. Y en estos pilares se cimienta nuestro sistema de Acreditación Profesional DPC. A los profesionales, les ofrecemos la posibilidad de hacer visible su carrera profesional, de motivarles para el desarrollo de la misma, de facilitarles formación, empleabilidad, reconocimiento social, currículos certificados y, por supuesto, de que sientan el respaldo permanente de su colegio profesional.
Los profesionales, en un entorno cada vez más competitivo, necesitamos tener nuestra propia marca personal y las herramientas que nos permitan utilizarla. De ahí la importancia de crear un título profesional que certifique las capacidades adquiridas a lo largo de la vida laboral y que facilite la movilidad internacional de los profesionales.
Por otra parte, a la sociedad le ofrecemos profesionales totalmente identificados y comprometidos con la actualización permanente de sus conocimientos, que ejercerán su labor con la máxima profesionalidad y preparación, lo que, sin duda alguna, se traducirá en unos mejores servicios, una mayor competitividad y una mayor seguridad.
Al mismo tiempo, facilitará la búsqueda de los perfiles profesionales más adecuados a la demanda de las empresas, adornado con los complementos de seguridad y garantía que ofrecen los currículos certificados, facilitando así una mayor y mejor incorporación al mundo laboral, que es por otra parte uno de los objetivos primordiales para este país.
Los colegios, las empresas, los profesionales, y si me apuran todos nosotros, hemos de reinventarnos y aprovechar al máximo nuestro conocimientos y potencial.
Por último, solo quiero transmitir mi optimismo y mandar un mensaje de esperanza e ilusión a todos los colegios, tanto de mi corporación como de otras profesiones, para que afrontemos con positividad las adversidades que nos estamos encontrando y las que vendrán, y seamos capaces de transformarlas en oportunidades y éxitos, porque ello implicará nuestro compromiso claro y sincero para con la sociedad y los profesionales.

jueves, 24 de mayo de 2012

Llegó la hora del título profesional

Artículo de opinión publicado en La Gaceta (Mayo 2012)

Bolonia y el Espacio Europeo de Educación Superior ha traído a España una vorágine de titulaciones Universitarias tanto a nivel de Graduado como de Máster, que de una forma u otra está desorientando a los alumnos, empresas y ciudadanos, que ven cómo por un lado su título universitario no aparece en ninguna oferta de empleo, y por otro siembra numerosas dudas al empresario sobre que titulación exigir a la hora de ofertar un empleo.
Este hecho, unido a la necesaria movilidad de nuestros titulados y a la futura liberalización de las profesiones, hace más necesario que nunca la creación de un TITULO PROFESIONAL, que defina con precisión a nuestros profesionales, al tiempo que les imponga un reciclaje continuo de conocimientos y aplicaciones prácticas, que se transformará sin duda alguna en aumento de competitividad tanto de nuestros profesionales como de las empresas e industrias donde ejerzan.
En un mundo tan globalizado, donde existe tanta disparidad entre los diferentes países, tanto en las titulaciones universitarias como en las profesiones y su ejercicio, se requiere un sistema que certifique las competencias adquiridas con la formación universitaria (sin importar el nombre), y las que se van adquiriendo a través del desarrollo profesional continuo (experiencia y formación), y de esta forma cada profesional podrá moverse por el mundo, con su Título Profesional que indicará de forma clara qué es lo que sabe hacer, y en eso sí que coincidimos todos los países.

Quizás pueda resultar utópico o alejado de la realidad actual, donde conviven los sistemas con una excesiva regulación de las profesiones, con otros que no lo son, y con otros en los que son los mismos profesionales, a través de la sociedad, los que se autorregulan, pero lo que sí que es cierto es que en cualquiera de los sistemas existentes se parte de una base común, que son las competencias profesionales, y que son entendidas y aceptadas de una u otra forma en cualquiera de ellas.
Este ha sido el espíritu que ha motivado la puesta en marcha del sistema de Acreditación DPC Ingenieros, que hemos puesto en marcha desde el COGITI (Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial) que otorga un Título Profesional identificativo de cada uno de los Ingenieros en base a su carrera profesional, y los define de forma clara y concisa a la sociedad.
En un mundo tan competitivo como el que vivimos, los profesionales necesitamos adquirir nuestra propia "marca personal-profesional" que nos distinga y facilite nuestro desarrollo en aquellas facetas en las que seamos más útiles y nos sintamos mejor, lo cual aumentará de manera exponencial nuestras posibilidades de éxito profesional, que será trasladado directamente a la sociedad en forma de competitividad, que es precisamente lo que necesitamos.
Nuestro futuro está ahí, y así lo estamos viendo las profesiones y los profesionales, y sin duda alguna desde los Colegios Profesionales siempre trabajaremos con nuestra mirada puesta en los dos pilares donde nos sustentamos, que son la sociedad y los profesionales, y estos, y no otros, son los que guían nuestras actuaciones y fijan nuestros objetivos, así ha sido siempre y así seguirá siendo.

sábado, 10 de marzo de 2012

60 años de historia profesional


Publicado en la Revista Técnica Industrial (Marzo 2012)

La revista Técnica Industrial cumple este mes 60 años. Al hojear los primeros números de la publicación pienso en cómo ha evolucionado nuestra profesión y, al mismo tiempo, los cambios que han experimentado los colegios profesionales. Pero lo que es más importante, en sus páginas ha quedado plasmada la historia de la ingeniería técnica industrial de las seis últimas décadas, nuestra historia.
La revista nació como una publicación trimestral del entonces denominado “Órgano Oficial de la Asociación Nacional de Peritos Industriales”, en marzo de 1952. En el primer número se hacía una declaración de intenciones de lo que pretendía ser la revista Técnica Industrial: “Las páginas de esta publicación que hacen los peritos industriales de España se abren, por primera vez, con el deseo de cooperar intelectualmente con aquellos conocimientos que hace ahora cien años tienen puestos al servicio de la industria española. Los peritos industriales han sentido desde el primer momento la necesidad de que una industria eficaz contribuya a elevar el nivel de vida de España”. Y así ha seguido siendo.
Su trayectoria no ha estado exenta de dificultades, al igual que nuestras instituciones. A lo largo de todos estos años, hemos logrado capear las crisis, las turbulencias económicas, los cambios en las políticas educativas… y también hemos sabido adaptarnos a la evolución de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, la gran fortaleza de la revista durante todos estos años ha sido y es la autonomía, la independencia y la ilusión por realizar un buen trabajo, que siempre han caracterizado el proceder de todas las personas que hacen posible que siga editándose fiel a su cita.
Llegados a este punto, ¿haría falta decir más sobre la importancia de continuar con esta labor? Sin lugar a dudas, Técnica Industrial se ha convertido en un medio de comunicación generador de conocimiento en el ámbito de la ingeniería industrials, apostando por la divulgación técnica y de las novedades tecnológicas, sin olvidar la identidad de nuestro colectivo.
En este número en el que se conmemora su 60 aniversario hemos querido hacer un guiño a la evolución de nuestra profesión, a la que hacía referencia al principio, y por ello hemos incluido un artículo publicado en el primer número de la revista titulado La normalización, necesidad del presente, del ingeniero técnico industrial Pío González Álvarez, que en 1952 era el secretario del Departamento de Normalización del Instituto Nacional de Racionalización del Trabajo, al que se han añadido unos interesantes comentarios que sobre dicho artículo ha realizado el Gonzalo Sotorrío González, director de Normalización de Aenor.
Si echamos la vista atrás, hace 10 años, cuando se conmemoró el 50 aniversario de Técnica Industrial, el entonces presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, Manuel León Cuenca, manifestaba: “es muy posible que nuestra profesión esté en uno de los momentos más positivos de su larga vida”. Ahora la situación ha cambiado: vivimos inmersos en tiempos difíciles tanto por la actual coyuntura económica y laboral como por el hostigamiento que, en cierto modo, nuestros colegios están sufriendo en los últimos años con motivo de ciertas decisiones del poder ejecutivo y legislativo de turno. Sin embargo, nuestras miras siguen puestas en la representación y defensa de nuestra profesión, y continuaremos velando por la seguridad de los ciudadanos como usuarios y clientes de las instalaciones y obras de ingeniería, que al fin y al cabo es nuestro principal cometido.
También me gustaría lanzar desde esta tribuna un mensaje de optimismo. Es cierto que corren tiempos difíciles, pero nuestros profesionales siguen siendo de los más demandados en el ámbito laboral, y el sector industrial nos necesita. Somos un colectivo dinámico, luchador y emprendedor, pero sobre todo muy preparado y formado. Por ello, ningún esfuerzo será en vano para mantener nuestro compromiso con la industria española y europea. Desde nuestras instituciones, tampoco cejaremos en el empeño por lograr el reconocimiento que los ingenieros técnicos industriales se merecen en nuestra sociedad, empezando por la puesta en marcha de iniciativas que den un valor añadido a su formación y a la experiencia profesional adquiridas lo largo de la vida, y que se pueda trasladar también al contexto europeo.
Termino esta reflexión pensando en el bagaje que nuestra revista lleva a sus espaldas. Ha sido largo el camino del aprendizaje, de la consolidación, del trabajo y del esfuerzo puesto en cada número. Pero puedo asegurar que ha merecido la pena. Por suerte me corresponde a mí expresar en este momento mi gratitud a todos los que han hecho posible que nuestra revista cumpla 60 años, y contamos con toda la ilusión para que cumpla muchos más.