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miércoles, 28 de agosto de 2019

Sentencias sobre los Informes de Evaluación de Edificios

https://cogiti.es/4-sentencias-de-la-audiencia-nacional-y-2-autos-del-tribunal-supremo-avalan-de-forma-incuestionable-la-competencia-de-los-ingenieros-tecnicos-industriales-para-la-realizacion-de-los-informes-de-evalua

4 Sentencias de la Audiencia Nacional y 2 Autos del Tribunal Supremo (y las que están por llegar) avalan de forma incuestionable la competencia de los Ingenieros Técnicos Industriales para la realización de los Informes de Evaluación de Edificios.
"El Informe de Evaluación de Edificios no tiene naturaleza de proyecto de obras, ni de dirección de obra, ni de dirección de ejecución de obra, por lo que no queda justificada la reserva de actividad conforme a la L.O.E.", en esos términos se pronuncian la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo.

Las sentencias y autos son los siguientes:
I.- Sentencia de la Audiencia Nacional de 10 de Septiembre de 2018 (recurso nº 16/2017) 
II.- Sentencia de la Audiencia Nacional de 31 de Octubre de 2018 (recurso nº 5/2017) 
III.- Sentencia de la Audiencia Nacional de 28 de Noviembre de 2018 (recurso nº 757/2015) 
IV.- Sentencia de la Audiencia Nacional de 21 de Marzo de 2019 (recurso nº 110/2016)  
V.- Auto de inadmisión del Tribunal Supremo de 17 de Mayo de 2019, que inadmite el recurso de casación tramitado con el n.º 386/2019, preparado por las representaciones procesales del Consejo Gallego de Colegios de Aparejadores y Arquitectos Técnicos y del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, respectivamente, contra la sentencia de 10 de septiembre de 2018, dictada por la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional en el recurso n.º 16/2017.
Y por último el reciente:
VI.- Auto del Tribunal Supremo de fecha 5 de Julio de 2019que inadmite a trámite el recurso de casación n.º 1371/2019 preparado por el abogado de la Generalitat, en la representación que legalmente ostenta, contra la sentencia de la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional dictada en el recurso n.º 757/2015, pero admite parcialmente a trámite el recurso de casación preparado por las representaciones del Consejo General de Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, del Consejo General de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Cataluña y del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña, contra la sentencia de la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional dictada en el recurso n.º 757/2015, por cuestiones formales respecto a la aplicación del art. 127.1 bis de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa , en relación con la Ley 20/2013, de 9 de diciembre, de Garantía de la Unidad de Mercado.
El nuevo pronunciamiento del Tribunal Supremo incide nuevamente en la falta de justificación de la reserva exclusiva para Arquitectos y Arquitectos Técnicos en la emisión de los Informes de Evaluación de Edificios.
El nuevo Auto del Tribunal Supremo en relación con la Sentencia de la Audiencia Nacional de 28 de noviembre de 2018, que anulaba el art. 7.4 del Decreto 67/2015, de 5 de mayo , para el fomento del deber de conservación, mantenimiento y rehabilitación de los edificios de viviendas mediante las inspecciones técnicas y el libro del edificio, de la Generalitat de Catalunya, por hacer reserva exclusiva a Arquitectos y Arquitectos Técnicos, ha inadmitido la cuestión de fondo en el recurso de casación presentado tanto por la Generalitat como por los Consejos Generales de Arquitectos y Arquitectos Técnicos.
El Supremo justifica la inadmisión de la casación, en que no está justificada en modo la necesidad y la proporcionalidad de la reserva específica a Arquitectos y Arquitectos Técnicos, dado que en este caso no es aplicable la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE).
Sí que ha admitido recurso de casación respecto a los aspectos formales de la personación de la CNMC y los plazos aplicables a la misma, para lo que habrá que esperar el pronunciamiento al respecto del Tribunal Supremo.
No obstante, esta nueva resolución del Supremo refrenda una vez más la injustificada reserva de actividad que se pretende imponer por parte de algunas administraciones, y que choca frontalmente con la Ley de Garantía de Unidad de Mercado.
Las sentencias y autos pueden descargarse en el siguiente enlace
https://cogiti.es/4-sentencias-de-la-audiencia-nacional-y-2-autos-del-tribunal-supremo-avalan-de-forma-incuestionable-la-competencia-de-los-ingenieros-tecnicos-industriales-para-la-realizacion-de-los-informes-de-evalua

viernes, 28 de diciembre de 2018

Los cambios que están por venir

Los cambios que están por venir. Editorial Revista Técnica Industrial nº321

Después de 33 años de pertenencia de España a la Unión Europea, podemos decir que los cambios más importantes en la Ingeniería son los que están por venir. La heterogeneidad tanto en las titulaciones como en el ejercicio profesional de Ingeniería en los diferentes Estados Miembros, unido a las enormes reticencias al cambio que se plantean desde algunas organizaciones profesionales, están dificultando en exceso la implantación de un modelo de Ingeniero europeo homogéneo y adaptado al orden mundial, que vaya acorde con el alto nivel de movilidad que presenta la profesión de Ingeniero.
Y es que la movilidad internacional es fundamental. Solo facilitando la movilidad de los profesionales se conseguirá una economía europea pujante, dinámica y competitiva. Desde nuestras organizaciones, hace tiempo que fuimos conscientes de ello, y en este sentido, hemos realizado numerosas actuaciones. Una de ellas nos lleva a hablar de la Tarjeta Profesional Europea, pues consideramos que la respuesta a las necesidades de los ingenieros españoles, con relación a su movilidad europea y la libre prestación de servicios, está en reforzar los instrumentos puestos en marcha a día de hoy por la UE para lograr el reconocimiento de sus cualificaciones profesionales. Por el momento, la TPE no es extensiva a los ingenieros, pero desde el COGITI hemos mantenido reuniones y realizado gestiones con varios eurodiputados para aprovechar la competencia del Parlamento Europeo, en lo que respecta a la petición de elaboración de propuestas a la Comisión Europea, y exigir, junto a ellos, la extensión de la Tarjeta Profesional Europea a la profesión de Ingeniería. El primer paso ya se ha dado al solicitar dicha extensión durante la reunión de la Comisión de Mercado Interior y Protección al Consumidor el pasado 22 de noviembre. 
Por otra parte, desde el COGITI, también hemos participado en el estudio para la puesta en marcha de otra herramienta que puede resultar muy útil para lograr la convergencia de las profesiones reguladas: los principios comunes de formación. Este concepto fue introducido por la Directiva 2013/55/UE/, que modifica otra anterior en su artículo 49. En concreto, nuestra organización ha participado en las diferentes consultas que se han realizado en el marco del estudio que la Comisión Europea encargó al Consejo Europeo de Cámaras de Ingenieros (ECEC). 
En este contexto, tenemos que seguir trabajando para conseguir una Directiva Europea en el ámbito de la Ingeniería, que recoja lo más común y lo mejor de los modelos existentes. Con este objetivo, desde nuestro Consejo General no solo se ha participado en los estudios y encuestas que se han llevado a cabo en el seno de la Comisión Europea, sino que además hemos firmando convenios de colaboración con Asociaciones de Ingenieros de otros países, como Irlanda, Italia, Francia, Dinamarca…, y está previsto suscribir acuerdos con asociaciones profesionales de otros Estados. 
Además, nuestro compromiso con Europa ha quedado también patente con la incorporación del COGITI en la Asociación Europea de Jóvenes Ingenieros (EYE), el pasado mes de mayo. Y es más, las organizaciones de jóvenes ingenieros procedentes de toda Europa se darán cita el próximo mes de octubre de 2019 en Madrid, por primera vez, en el marco de las Conferencias que periódicamente lleva a cabo EYE, y que en esta ocasión organizará el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI). Se trata de un encuentro muy importante, que acogeremos con gran entusiasmo e interés, y que supondrá sin duda un gran espaldarazo para la Ingeniería Técnica Industrial española. 
No hemos de olvidar que nuestra economía necesita aún los cuidados necesarios para que realmente pueda abrirse el camino hacia un crecimiento sólido, en gran parte auspiciado por los ingenieros, ya que somos el signo evidente de la competitividad que necesita un país para generar riqueza, y entrar así en una nueva etapa de prosperidad.
Sin embargo, las atenciones que necesita nuestra economía parten de la base de que la Industria es la única actividad capaz de aunar el modelo de crecimiento necesario. No obstante, para ello, es imprescindible llevar a cabo una adaptación constante de los estudios universitarios a las necesidades de las empresas, impulsando el espíritu emprendedor, la movilidad internacional y la competitividad. Además, la Industria es el sector más innovador y de ahí que requiera también una formación continua eficiente, ya que los conocimientos adquiridos exclusivamente en la enseñanza reglada no bastan para desarrollar toda una vida profesional.
Al mismo tiempo, es necesario hacer un esfuerzo para atraer a los jóvenes hacia una formación técnico-científica, y garantizar de este modo que las competencias profesionales satisfagan las necesidades de la Industria. Los estudiantes de Ingeniería han de ser conscientes de que, gracias a los conocimientos que van a adquirir durante su carrera, estarán contribuyendo a sacar a flote la economía. También han de saber que en este arduo camino no están solos: cuentan con el respaldo y el apoyo de los Colegios Profesionales, cuyo objetivo en definitiva es servir a la sociedad. En nuestro caso, a través de las iniciativas que estamos llevando a cabo en los últimos años, y que junto con el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), han contribuido a mejorar la empleabilidad de los Ingenieros. 
Desde nuestra profesión no solo estamos de acuerdo con el concepto de la Unión Europea en sí, sino que creemos firmemente que significará una evolución necesaria en el ámbito de la Ingeniería española, que sin duda alguna mejorará la competitividad de los profesionales y de la sociedad en su conjunto, así que nos felicitamos por ser parte integrante y auguramos un futuro prometedor, para el que mostramos nuestro compromiso más firme. 
Además, desde nuestras posiciones, continuaremos trabajando con más fuerza, si cabe, para los muchos ingenieros/as que a día de hoy siguen sin empleo, reforzando nuestras virtudes profesionales en las empresas, y potenciando el sector industrial que nos define, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. 

José Antonio Galdón Ruiz 
Presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España

viernes, 14 de agosto de 2015

El Ministerio de Educación aprueba el reconocimiento de los Ingenieros Técnicos como Ingenieros mundiales

Ingeniero español, europeo y mundial

El BOE de 12 de Agosto publicó los acuerdos que el Consejo de Ministros aprobó el pasado 10 de Julio, a propuesta del Ministerio de Educación referentes a la correspondencia de los títulos de Ingeniería Técnica Industrial con los niveles académico y profesional, MECES 2 y EQF 6. Este hecho viene a poner fin a una situación de indefinición que los titulados pre-Bolonia venían arrastrando desde el año 2007, y además supone un paso importantísimo para terminar con el arcaico e insólito sistema de los dos niveles profesionales de Ingeniería en España.

Los Graduados en Ingeniería y los Ingenieros Técnicos, somos y hemos sido de facto los “Ingenieros a secas” en Europa y en el resto del mundo, pero ahora además lo somos sobre el papel, así que ha llegado el momento de reivindicarnos como tales en nuestro País, y para ello serán muchas las iniciativas que tendremos que llevar a cabo.

Habrá que comenzar por algo que a mas de uno le puede resultar incómodo hasta incluso descorazonador, como es la evolución de nuestro nombre sin incluir el término “Técnico”, ese que nos ha acompañado durante tantos años y que de alguna forma ha definido nuestro perfil profesional como un Ingeniero mas pragmático y cercano, capaz de interaccionar de forma directa con la ejecución de los proyectos y sin complejos y con la máxima preparación para responsabilizarse de los mismos.

Recuerdo una anécdota que me comentó un buen amigo y compañero de Murcia, el cual cuando fue a visitar una Industria, la secretaria avisó al gerente de la misma indicándole que estaba allí el Sr. Ingeniero, a lo que mi amigo le espetó que no, que era Ingeniero Técnico, y la secretaria sintiendo que había metido la pata, le indicó a su jefe que además de Ingeniero era también Técnico, al tiempo que se disculpaba con mi amigo.

Este hecho, ha sido una constante en la historia de la Ingeniería Técnica Industrial, y todo ello ha quedado reflejado en el servicio que hemos realizado en la sociedad, y ello es algo que no debe cambiar, pero la sociedad tiene que evolucionar y nosotros tenemos que ser unos de los impulsores, así que al igual que ocurrió en su día con la transición de perito a Ingeniero Técnico, ahora es el momento del cambio de Ingeniero Técnico a Ingeniero.

Ingeniero Mecánico, Ingeniero Eléctrico, Ingeniero Electrónico, Ingeniero Químico, Ingeniero Textil,…, son los nombres de las profesiones de Ingeniero en Europa y en el resto del mundo y como tal tendremos que denominarnos aquí, sin que ello signifique que tengamos que perder ni un ápice de nuestras señas de identidad, aunque sí una evolución social de la Ingeniería en su conjunto.

La sociedad ya nos identifica como Ingenieros, pero la legislación en materia profesional de nuestro país sigue sin modernizarse, manteniendo dos niveles profesionales y otorgando atribuciones con decretos del año 1935 y sin tener en cuenta ni la recertificación de conocimientos ni el aprendizaje permanente a lo largo de la vida, algo que va en contra de la correcta evolución de los profesionales. ¿Cómo es posible que las atribuciones profesionales sean similares durante toda la vida profesional? y ¿cómo es posible que se pueda seguir ejerciendo la profesión tras un largo periodo sin ejercerla?

Yo no dejaría que me operase un cirujano que lleva 30 años sin operar, como tampoco elegiría a un cirujano recién titulado para llevar a cabo una delicada operación a corazón abierto, y creo que éstas son situaciones en las que prácticamente todos estaremos de acuerdo por la lógica de las mismas.

Pues bien, el desarrollo profesional continuo es una máxima para el ejercicio de las profesiones en el ámbito mundial, como también lo es la habilitación profesional por parte de los Colegios o Asociaciones Profesionales, donde en función de la experiencia y la formación continua cualquiera puede evolucionar y crecer profesionalmente, trasladando a su vez, mayores garantías y seguridad a la sociedad.

El título académico transmite al poseedor del mismo una serie de competencias (conocimientos), pero éstas se irán incrementando a lo largo de la vida profesional y por tanto las atribuciones profesionales deben ir acompasadas con las mismas, lo que realmente generará una competitividad profesional y será a su vez un incentivo para la evolución de los profesionales.

Y dicho todo lo anterior, nadie niega la evidencia que entre dos recién titulados uno con titulación de Grado, y otro con titulación de Grado+Máster, será este último quien a priori tenga más competencias, aunque ello no es óbice para que este hecho sea similar durante toda la vida profesional de ambos, y para ello se creó el Marco Europeo de Cualificaciones para el Aprendizaje Permanente (European Qualification Framework), donde se definen niveles profesionales no solo por titulación académica sino por las competencias, destrezas y conocimientos adquiridos a lo largo de la vida.

Ello indica que el título académico es importante, pero no lo es todo en la vida profesional, y como tal tendremos que evolucionar como país y dejar a un lado la “titulosis” como único elemento para la identificación profesional, porque ni todos los que tienen el mismo título son iguales profesionalmente, ni todos los que tienen mayor titulación tienen por que tener necesariamente mas cualificaciones profesionales.

Sras y Sres, ha comenzado un gran cambio en el modelo profesional y ya no hay vuelta atrás, y por más que haya quien pretenda continuar anclado en privilegios y cotos cerrados totalmente anticompetitivos, la evolución llegará y nosotros seguiremos trabajando para ello.

Jose Antonio Galdón Ruiz
Presidente del Consejo General de Colegios de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales.  



lunes, 27 de julio de 2015

El título académico puede no identificarte profesionalmente


Entrevista publicada en Universia (Julio 2015)

- ¿Qué son las atribuciones profesionales?
Las atribuciones profesionales son la capacidad legal para el ejercicio de una profesión regulada en España, es decir, la habilitación para ejercer una determinada profesión. Estas atribuciones profesionales pueden ser exclusivas para una profesión o bien pueden ser compartidas por varias profesiones.

En nuestro caso, la profesión regulada de Ingeniero Técnico Industrial tiene unas atribuciones profesionales que tienen otorgadas por la Ley 12/86, donde se indican que tienen la capacidad legal para la redacción y firma de proyectos de construcción, reforma, reparación, conservación, demolición, fabricación, instalación, montaje o explotación de bienes muebles o inmuebles, las direcciones de obra de los proyectos, la realización de mediciones, cálculos valoraciones, tasaciones, peritaciones, estudios, informes, planes de labores y otros trabajos análogos, así como la dirección de toda clase de industrias o explotaciones, etc.

- ¿De dónde surge la polémica por la falta de atribuciones?
No hay ninguna polémica, sino más bien una confusión generalizada por la falta de información. Hoy en día pensamos que cualquiera que tenga un título de Graduado en Ingeniería, ya de por sí tiene la capacidad legal para realizar proyectos, direcciones de obra, informes, etc., y con la legislación actual nos encontramos que no es así. Pero esta cuestión que puedo entender que no sea muy conocida por los estudiantes, si que lo es por las Universidades, y sin embargo están optando por implantar titulaciones de Grado en Ingeniería especialistas y que además no otorgan atribuciones profesionales, sin dar la información precisa, por lo que muchos estudiantes cuando finalizan su titulación se dan cuenta de que no tienen la capacidad legal para redactar proyectos y otros, lo que les supone una enorme frustración.

De todas estas titulaciones de Grado en Ingeniería especialistas y sin atribuciones profesionales, hay algunas que sí que tienen realmente demanda en el mercado laboral como podría ser Diseño Industrial, Organización Industrial, que están más enfocadas al mundo de la empresa, pero el resto o bien requerirían de atribuciones profesionales para ejercer la profesión, o bien como es el caso del Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales, se trata de una titulación que se ha generado de forma artificial y que solo sirve como escalón para posteriormente realizar el Máster de Ingeniero Industrial, lo que incumple todos los principios del Sistema Universitario español, dado que los Grados deben estar orientados para el ejercicio de actividades de carácter profesional, y en este caso, al no tener ninguna demanda laboral, ni atribuciones profesionales, se ven obligados a realizar un Máster.

- ¿Qué organismo es el encargado de otorgar las atribuciones y en qué se basan para otorgarlas?
En España las atribuciones profesionales las otorgan los títulos académicos que reúnen una serie de requisitos, es decir, es el Gobierno el que fija las competencias mínimas que se han de adquirir para poder ejercer una profesión, y en nuestro caso, se trata de la Orden CIN 351/2009 que es la que indica los contenidos mínimos que ha de tener una titulación de Grado en Ingeniería para que de acceso a la profesión de Ingeniero Técnico Industrial, sea cual sea su denominación.

Las Universidades han de adaptar sus planes de estudios a esa orden CIN, siendo la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad Académica y Acreditación (ANECA) la encargada de comprobar que efectivamente se cumplen los criterios fijados, y una vez aprobada la titulación cualquiera que esté en posesión de ese título podrá ser admitido en el correspondiente colegio profesional y ejercer la profesión regulada de que se trate.

Es obvio que los trámites y exigencias para acreditar una titulación que da acceso a profesión regulada son mucho mayores que las que no otorgan atribuciones profesionales, por lo que se puede entender que estén proliferando tantos títulos de Grado en Ingeniería de este tipo.

- Las atribuciones profesionales pueden ser exclusivas de una profesión o bien ser compartidas por varias profesiones
No obstante, esta es la situación actual sobre las atribuciones profesionales, lo que no significa que yo esté de acuerdo y que no piense que necesitan una modificación, sino más bien todo lo contrario.

En España, de forma casi inédita, y tal y como hemos dicho, las atribuciones profesionales las otorga un determinado título académico, y son similares durante toda tu vida profesional, es decir, tienes la misma capacidad legal de firma de proyectos con la carrera recién terminada que con 30 años de experiencia, lo cual es totalmente ilógico y contrario a una correcta evolución profesional, pero también lo es, el que no se exija un reciclaje permanente o una continuidad en el ejercicio profesional para poder seguir ejerciendo la profesión. ¿Alguien se dejaría operar por un cirujano que lleve 30 años sin ejercer?

En la mayoría de países son los equivalentes a los Colegios Profesionales lo que otorgan las atribuciones profesionales, no solo a través de la titulación académica, sino también conforme a la experiencia y formación continua de cada uno de los profesionales, de tal forma que las atribuciones van creciendo conforme mayores son tus competencias (conocimientos) profesionales, y además se exige un seguimiento continuo y recertificación para poder seguir ejerciendo, algo que nosotros hemos puesto en marcha con la Acreditación DPC Ingenieros, y que aunque en la actualidad no tiene efectos legales, sí que otorga un sello de calidad a aquellos profesionales que la poseen.

¿Un graduado sin atribuciones profesionales puede ejercer la profesión que ha estudiado?
Como he dicho antes, hay Grados sin atribuciones que sí que tienen demanda profesional y por lo tanto podrán ejercer una profesión, que aún sin estar regulada, es decir, que podría realizar cualquier otro profesional, presentarán un perfil idóneo para ocupar ese puesto de trabajo.

Otra cuestión bien diferente, es que, si esos títulos de Grado en Ingeniería les otorgasen atribuciones profesionales, además de poder optar a esos trabajos, también podrían ejercer la profesión de Ingeniero Técnico Industrial y por tanto, podrían firmar proyectos, direcciones técnicas, etc..., que viene a significar otra salida profesional más.

Hoy en día en nuestra profesión, solo un 20% de los colegiados utilizan las atribuciones profesionales, pero como he dicho antes, es un recurso profesional que tienen todos ellos y que en más del 80% utilizan alguna vez en su vida. Lo que no es entendible, es que un Graduado en Ingeniería Energética o de la Energía sin atribuciones profesionales, sea contratado por una empresa de energías renovables, y le pidan, como es lógico, que firme un proyecto de instalación fotovoltaica, y que sea entonces cuando se dé cuenta de que no los puede firmar, y por tanto, en su empresa tengan que contratar a un Graduado en Ingeniería Eléctrica o similar, con atribuciones profesionales para que los pueda realizar. Este hecho los coloca en una situación de desventaja respecto a otros titulados y en muchos casos verán frustradas sus expectativas profesionales, lo que tiene que servir de profunda reflexión a las Universidades que imparten estas titulaciones.

- ¿Todas las carreras tienen atribuciones profesionales?
No, solo las que dan acceso a profesiones reguladas por Ley, y por tanto han de reunir unos contenidos mínimos que son fijados previamente.

- ¿Por qué títulos con la misma mención no tienen atribuciones en todas las universidades?
La reforma de Bolonia supuso entre otros la eliminación del catálogo de títulos, de tal forma que cada universidad puede poner el nombre que quiera a su titulación, y de aquí es de donde surge todo el problema, ya que con anterioridad la titulación se correspondía de forma directa con la profesión a la que daba acceso, pero en la actualidad titulación y profesión son diferentes, lo que produce una enorme confusión tanto en la sociedad como en los empleadores.

Como he dicho antes, hoy en día a cualquier título se le pone el nombre de Ingeniero, y parece que ya se identifica con la profesión, lo cual es totalmente erróneo, pero además con títulos de igual denominación se pueden estudiar planes de estudio muy diferentes, hasta tal punto que unos dan acceso a la profesión de Ingeniero Técnico de Minas, otros no dan acceso a profesión regulada alguna, y otros a la profesión de Ingeniero Técnico Industrial, y esto sencillamente es un disparate.

Pero la conclusión que se debe extraer del actual sistema, es que el título académico no te identifica profesionalmente, y lo que realmente debe saber el empleador o tu cliente, es lo que tú sabes hacer, para lo cual y conforme se ha comentado anteriormente, será necesario el reconocimiento del aprendizaje permanente a lo largo de la vida.

- ¿Qué recomendación haría a los estudiantes que empiecen este año la universidad?
En este sentido lo tengo muy claro, y siempre recomendaría a los estudiantes elegir un Grado en Ingeniería generalista que otorgue las máximas perspectivas profesionales, y que otorgue atribuciones profesionales, y a partir de aquí y en función de sus expectativas laborales o inquietudes académicas, que realice los máster o cursos de especialización que entienda precisos, porque de esta forma siempre tendrá una base que le dará una mayor flexibilidad a la hora de cambiar de sector profesional.

Cuando un alumno se especializa en el Grado, se está cerrando numerosas puertas profesionales de cara al futuro, y siempre estará condenado a trabajar en un sector determinado sean cuales sean las circunstancias de este, o las suyas propias, y sin duda alguna, supondrán un freno importante para el reciclaje hacia otros sectores, o su propia evolución profesional.

Las atribuciones profesionales siempre serán un recurso más que proporcionará mayor empleabilidad y mayores expectativas de autoempleo a cualquier profesional, por lo que aunque requieran un mayor esfuerzo el estudiar titulaciones que las otorgan, al final tendrán su recompensa.

domingo, 19 de abril de 2015

Cada pyme industrial de España necesita un ingeniero para ser más competitiva

Entrevista publicada en la Nueva España (Abril 2015)

"Cada pyme industrial de España necesita un ingeniero para ser más competitiva".
"Apostamos por la autorregulación y las profesiones basadas en el aprendizaje permanente, sin intervención del Estado".


El murciano José Antonio Galdón dirige desde hace cuatro años el rumbo de la ingeniería técnica industrial en España. El pasado enero fue reelegido como presidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales de España (COGITI), institución que representa a los 50 instituciones profesionales y a los casi 90.000 Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la Rama Industrial de España. Esta semana estuvo en Gijón para abordar con estudiantes y profesionales los nuevos horizontes de la profesión.

-Nueva etapa al frente del Consejo. ¿Qué retos platean?
-Lo que pedimos, y así se lo hicimos saber durante la toma de posesión al Ministro de Industria, es que al menos tengamos un ingeniero por cada pyme (pequeña y mediana empresa) industrial en España. Un 99,6% de las firmas industriales de nuestro país son pymes de hasta 250 empleados y un 48% de ellas están entre uno y 10 trabajadores. El problema de estas empresas para su competitividad es que son muy pequeñas y no tienen acceso a la innovación y al desarrollo de productos. Lo que defendemos es que todo eso que les falta lo aporte un ingeniero, para facilitar el empleo de los nuevos titulados y para que no tengan que salir fuera, posibilitando a las empresas de aquí que puedan crecer.

-¿A cuántos ingenieros pretenden colocar en las pymes?
-La idea es alcanzar el objetivo de recuperación del 20% del PIB industrial para 2020 en la Unión Europea. Para eso necesitamos ayuda de la Administración para que esas pequeñas y medianas empresas puedan incorporar ingenieros. Si tenemos unas 293.000 empresas industriales, de las que el 48% son pymes estaríamos hablando de unas 150.000. Esas serían las susceptibles de incorporar ingenieros porque las grandes ya los tienen.

-Han subido del cuarto al segundo puesto de profesiones más demandadas de España.
-Un país que necesita ingenieros es un país que está creciendo. Estamos muycontentos pero no totalmente satisfechos. Hace falta generar más empleo y alcanzar ese objetivo del 20%. Los ingenieros técnicos industriales son profesionales altamente demandados a quienes, además de las empresas españolas, los contratan otras de fuera o las propias firmas españolas cuando realizan su implantación en el extranjero, por ejemplo, en energías renovables, un sector que aquí está muerto porque lo dinamitaron. Países que son referencia en el sector industrial como Alemania siguen demandando ingenieros.

-¿Por qué insisten sobre la acreditación profesionales?
-En España nunca se ha tenido en cuenta la formación que realizas más allá del título académico, solo se valora cuando sales fuera el hecho de tener un buen currículo para seguir prosperando profesionalmente. En España tenemos la enfermedad de la "titulitis" pero la experiencia y la formación continua son importantes.

-El gobierno acaba de dejar en suspenso la aprobación de la ley de servicios profesionales.
-Es la crónica de una muerte anunciada. Se hizo a contrapié, sin escuchar al sector. La liberalización de la ingeniería para ser más competitivos en Europa y en el ámbito mundial es positiva pero no estaba bien conseguida. Faltaban los servicios, solo se analizó la ley colegial. Con buen criterio político la han aparcado para no enfrentarse al sector con unas elecciones a la vista. Aunque en algún momento se pueda criticar la falta de decisión en eliminar las barreras en ingeniería, insistimos en que nos dejen autorregularnos y que se hagan profesiones basadas en el aprendizaje permanente. El mundo profesional ha demostrado el papel esencial de los colegios profesionales y el Estado no puede intervenir en nuestras funciones.

-¿Qué opina de la actual dualidad que existe en la ingeniería? ¿Por qué continúa?
-Es necesario eliminar barreras absurdas. Eso son corporativismos profesionales. Los cotos cerrados están creados para gente cómoda que no quiere prosperar. En determinados sectores sigue habiendo monopolio pero lo que genera una competitividad sana es que diferentes profesionales compitan con las mismas reglas de juego.

lunes, 16 de febrero de 2015

Para que las empresas puedan innovar hacen falta ingenieros que les den esa capacidad


Entrevista publicada en La Región (Feb. 2015)

José Antonio Galdón Ruiz es el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial y acaba de estar en Ourense participando en el Congreso Internacional de Ingeniería  de Seguridad Contraincendios. Galdón es un firme defensor de la profesión a la que representa y a la que considera vital en un proceso de reactivación industrial tras la crisis. Los ingenieros pasaron de ser la  cuarta profesión más demandada por las empresas a ser la segunda y con un paro que no llega al 10%.
¿Cuál es el momento actual de la profesión de ingeniero técnico industrial?
Estamos en un nuevo impulso después de haber vivido unos años malos y después de haber vivido un esfuerzo de readaptación con muchos compañeros nuestros trabajando en el sector de la construcción. Hemos sufrido esa crisis al igual que todos los profesionales de ese sector, aunque en nuestro ámbito profesional, al tener otras salidas profesionales, nos hemos ido readaptando hacia otros sectores. Nuestro paro es del 8 o 9 %, muy lejos del general. Incluso dentro del paro juvenil somos una excepción ya que los jóvenes ingenieros tienen poco paro, aunque las posibilidades de trabajo no todas están en España.
Pese al contexto de crisis, parece que los ingenieros han sido de las profesiones que mejor ha sorteado esa situación.
No cabe duda, porque nos hemos sabido adaptar a la nueva situación. En estos momentos la sociedad necesita cuantos más ingenieros, mejor. Hemos pasado de ser la cuarta profesión más demandada a ser la segunda y para mí ese es un indicador de que algo comienza a cambiar en España y que algo empieza a funcionar. ¿Por qué? Porque se están reactivando sectores muy importantes para la economía como es la industria. De todas las ofertas de trabajo que hay para ingenieros, el 70% son para las industrias y es uno de nuestros retos conseguir que se reactive ese sector porque hemos perdido desde el año 75 en el que teníamos un 40% de peso del tejido industrial dentro del PIB a tener en la actualidad casi un 14%. Estamos hablando de que en Europa se ha marcado una estrategia de conseguir el 20% de peso industrial de cada país y eso significa que tenemos que aumentar nuestro producto interior bruto industrial un 50%. Creo que estamos en el buen camino porque la industria española es competitiva. Por ejemplo, la industria automovilística española es de las más competitivas a nivel mundial, de ahí que estemos muy bien posicionados. En España tenemos todos los ingredientes para ser una potencia mundial porque tenemos infraestructuras magníficas, tenemos magníficos profesionales, se ha posibilitado que las medidas de empleo nos lleven por el camino de la competitividad y ahora lo que hay que hacer es facilitar la innovación y que los ingenieros monten también sus propias empresas, tengan capacidad de emprender.
Pero el que esté como segunda profesión más demandada obedecerá a algo más que a la adaptación del profesional. Por ejemplo, ¿a los cambios en los procesos industriales?
Obedece más a esto último. Nos hemos adaptado, pero las empresas están necesitando un plus de innovación, de competitividad, de internacionalización, de calidad. Para todos esos procesos se necesita un ingeniero, lo que ocurre es que en España hay industrias muy pequeñas, la mayoría de menos de diez trabajadores y así es muy difícil que sean competitivas, pero ese tejido industrial es importante y lo que sí es cierto es que para que se introduzca esa capacidad de innovar en las empresas y aumentar la producción, hacen falta ingenieros. Haremos una campaña para decir algo así como “pon un ingeniero en tu empresa”, para meter en esa industria esa capacidad de innovación, de calidad, internacionalización, etc.
¿Por qué la España industrial es una España de pequeñas empresas?
Es algo tradicional, que procede de industrias familiares en muchas ocasiones. También es cierto que eso hace que muchas empresas no sean competitivas y se pierden por el camino, aunque vuelvan a comenzar de nuevo. Y como no se puede volver a comenzar con una gran empresa, siempre hay ciclos que hay que cumplir. Creo que toda aquella empresa que queda estancada porque no introduce innovación se acaba estancando y no logra crecer.
¿Palpan los ingenieros la recuperación de la que se habla?
A nivel general creo que sí la hay porque si se piden más ingenieros es síntoma de que empieza esto a moverse y que esta es la senda. Influye mucho también el creérselo. Es más la ilusión que genera la sensación de que hay más trabajo y eso afecta también a nuestra perspectiva. Si nosotros salimos y vemos el sol, decimos que hace buen día. Pues en la economía pasa algo parecido porque no es lo mismo ver el telediario diciendo que la prima de riesgo está en 600 puntos que ver que está a cien, que aumenta el consumo, etcétera. Creo que tenemos todos los ingredientes para empezar a crecer.
¿Pero llega todo eso a la economía de mostrador?
Eso ya es un poco más discutible. Lo que sí es cierto es que cada persona que abandona el paro eso ya es una alegría, pero sigue habiendo casi cinco millones de personas que no tienen esa posibilidad y que no encuentran trabajo aunque quisieran. Para que se note en la economía familiar habrán de pasar más cosas.
Los ingenieros españoles son demandados en otros países. Eso es bueno, por su cualificación, pero malo porque aquí no hay oportunidades.
En España ahora mismo no hay todas las oportunidades profesionales que necesitamos. Estamos en el contexto de la Unión Europea con mercado único también en lo laboral, por lo tanto no se tiene que ver como una huida o salida de los profesionales. Yo le recomiendo a cualquier ingeniero joven que si no tiene trabajo aquí, antes de hacer otro trabajo que no es el suyo, que salga fuera porque hay muchas oportunidades, además de aprender un idioma, de crecer profesionalmente, de ver otra cultura, también vas a países donde puedes aprender muchísimo. Nosotros tenemos un plan de movilidad internacional y todos aquellos que se inscriben en el plan le ofrecemos un plan de retorno, que consiste en mantenerles informados en todas aquellas posibilidades que vayan surgiendo en España. Es cierto que como en España no se vive en ningún sitio y las veces que hemos salido hemos escuchado a nuestros colegas que están en otros países nos dicen que no quieren echar raíces allí.
Las ingenierías son propicias para el trabajo autónomo y para el emprendimiento. ¿Lo detecta en el colectivo?.
Cuesta un poco pero sí que hay emprendimiento. No es fácil porque hay que hacer muchos intentos antes de acertar. Nosotros estamos impulsando el emprendimiento desde los colegios y desde el consejo general con premios al emprendimiento a través de la Fundación Técnica Industrial. Necesitamos  trabajar mucho las patentes, que estamos a la cola en España.
¿Qué opina de la polémica sobre los grados universitarios y los másteres, con la famosa fórmula tres más dos?
El problema fundamental es que debería haber una política de Estado en educación que dé estabilidad si queremos llegar a los indicadores de los países que son punteros en educación. No podemos actuar con estos vaivenes, que si ahora hay un real decreto que son los grados de cuatro y sin haber terminado y sin haber comprobado si esos grados de cuatro años funcionan o no ya digan que se van a pasar a tres, que cada partido utilice un argumento diferente... Todo eso es confuso. En España el bachillerato acaba con 18 años y en la mayoría de países, con 19 y por eso tienen grados de tres años, de ahí que salgan con titulación universitaria con 22 años. No se pueden hacer las reformas de forma aislada, debería ser integral y a través de un pacto de Estado para dar estabilidad. Todo este tipo de vaivenes no benefician a nadie porque se genera confusión a todos los niveles.

sábado, 1 de noviembre de 2014

La formación de los ingenieros españoles está por encima de la media del resto de países


Declaraciones publicadas en diario de Ferrol (Nov. 2014)

El presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (Cogiti), José Antonio Galdón Ruiz, visitó ayer la ciudad naval para impartir una conferencia sobre los nuevos horizontes profesionales a los alumnos de la Escuela Universitaria Politécnica de Serantes, a los que quiso trasladar un mensaje positivo y lleno de ilusión a pesar del complicado panorama económico actual.
Frente a la falta de oportunidades en España, es el momento de “salir al extranjero y desarrollarse profesionalmente para luego retornar”, comentó el relator, quien además abogó por el emprendimiento de estos profesionales dentro del sector industrial como una de las alternativas para acceder al mercado laboral y de paso para generar nueva industria.
El de la energía es otro de los ámbitos que actualmente “está tirando de los ingenieros españoles”, unos profesionales, dijo, muy valorados fuera de nuestras fronteras. “La formación en las escuelas de ingeniería españolas está bastante por encima de la media que en el resto de los países”, afirmó en declaraciones a este periódico. Para Galdón, el título universitario ya no es, hoy en día, una garantía para la inserción laboral, considerando en este sentido como elemento clave la formación continua del profesional.

recursos
Precisamente con el objetivo de facilitar la búsqueda de empleo y apoyar el desarrollo de la carrera profesional de los ingenieros (ya sean alumnos, recién titulados o profesionales), la institución presidida por Galdón Ruiz dispone de una serie de recursos como la plataforma “proempleoingenieros.es”, una herramienta de servicios globales entre los que se incluyen información, becas, primer empleo, mentoring o coaching, entre otros.
Tras más de un año y medio trabajando en ella y en plena fase de pruebas, el nuevo recurso se pondrá en marcha oficialmente el próximo día 19 de noviembre en el transcurso de un acto que tendrá lugar en Madrid.
De esta herramienta habló ayer el representante del Cogiti a los estudiantes de la Politécnica de Serantes pero también de otros programas de los que dispone el mencionado consejo dirigidos, por ejemplo, a la movilidad internacional. “Tenemos puntos de contacto en países como Alemania e Irlanda donde los compañeros pueden recibir información y asesoramiento”, explicó en el transcurso de su intervención en la escuela.

sábado, 22 de marzo de 2014

Galdón apunta al grado con atribuciones como "el único válido" para ejercer fuera de España


Declaraciones publicadas en la Nueva España (Marzo 2014)


"Estamos contra los grados sin atribuciones". El Presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI), José Antonio Galdón, quiso salir al paso de la polémica surgida en los últimos días a raíz del título de Tecnologías Industriales, cuestionado por su carácter de "grado blanco", en aquellas universidades donde no otorga atribuciones profesionales y para obtenerlas es necesario cursar un máster posterior de carácter generalista. 

La crítica de los Ingenieros Técnicos se dirige hacia la "confusión" que genera la convivencia de grados con y sin atribuciones, sin que se informe de ello a los alumnos, se quejó Galdón. Por ello, desde el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial reclaman, como ya trasladaron al Ministerio de Educación en su momento, que se aclare esta situación. Sin tratar de restar autonomía a las universidades, el problema es que "el título hoy no te define profesionalmente", advierten, al tiempo que abogan por un sistema de acreditaciones que evite la confusión actual ante la sociedad, los empleadores y los clientes. 

"A los alumnos les recomendaría que estudien un grado de cuatro años con atribuciones profesionales. Si quieren un máster después, que lo hagan. Lo que queremos es que los chavales sepan para qué les sirve el grado y si tienen que hacer seis años o cuatro", argumenta Galdón. El Presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial cita como ejemplo de la confusión actual la coexistencia de un mismo título de ingeniería de la energía que en varias universidades no dispone atribuciones, en otras da acceso a la profesión de ingeniero energético y en otras, a la de ingeniero técnico de minas.

Para Galdón, mantener dos niveles en la profesión (Ingeniero e Ingeniero Técnico) resulta "arcaico y denostado" y añade que el grado de Tecnologías Industriales sin atribuciones "no tiene sentido nunca" porque el alumno se inicia en una formación más generalista (menos especialista) para cursar después unos estudios de máster, también generalistas. "No dudo de calidad de los estudios, de hecho los titulados de la Politécnica de Gijón están muy valorados; es el centro que mejores ingenieros ha dado a este país", continúa Galdón. Su foco se encuentra ahora en promover una campaña informativa para que los alumnos "sepan qué titulación elegir".

Con la nueva Ley de Servicios Profesionales, recuerda Galdón, se resolvería este conflicto y "nuestros ingenieros serán ingenieros en todo el mundo". El presidente del COGITI insiste en que la titulación de referencia para ejercer en todas partes es el grado con atribuciones, no el máster, y lamenta el "fuerte corporativismo" que existe en España en torno a los colegios de ingenieros, un atraso, a su juicio, "que nos pone a la cola en competitividad" porque "aquí hay que estudiar seis años para ser ingeniero y en otros países, cuatro".

Entre los colegiados la sensación es que la actual indefinición del sistema universitario español hace que en cada región "se funcione de una manera" y que, por tanto, no exista unanimidad a la hora de unificar los títulos como se pretendía con la adaptación al Espacio Europeo de la Educación Superior.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Aconsejo a los jóvenes ingenieros sin trabajo que salgan fuera y se realicen


Entrevista publicada en la Nueva España (Marzo 2014)

José Antonio Galdón es el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, una profesión "con demanda y futuro". Ayer visitó el campus de la Escuela Politécnica de Ingeniería para , a pesar de la crisis, lanzar a los estudiantes "un mensaje positivo", porque "están muy bien preparados y hay muchísimas oportunidades".
-¿Sigue siendo la falta de trabajo en España la principal preocupación entre los titulados?
-Efectivamente la principal preocupación es el empleo, cómo van a trabajar tanto aquí como fuera. También les surgen las dudas con respecto a la profesión de ingeniero técnico, que no existe en ningún país del mundo, y tenemos que dejarles claro que van a poder trabajar fuera como ingenieros.
-¿Qué actuaciones lleva a cabo el Consejo para ayudar a los nuevos titulados?
-Sobre todo los orientamos para que puedan encontrar empleo. Lo más importante es la formación continua que van a necesitar, y que la propia normativa prevé que sea obligatoria para los profesionales, y nosotros contamos con una plataforma de formación on-line. Otra cuestión importante es la competitividad de los propios profesionales; la ley va a eliminar esa barrera, esos cotos cerrados que hay hoy en día para los profesionales en función de las ramas de la profesión de ingeniería, y van a tener que ser más competitivos, tendrán que venderse mejor y tener su propia marca personal, donde venga reflejada toda su formación, experiencia y competencias profesionales. También tenemos una plataforma pro empleo de los ingenieros que aparte les dará información sobre todas las nuevas oportunidades profesionales que vayan surgiendo aquí.
-¿Y para quienes están ya fuera?
-Hoy en día, y como desgraciadamente nos seguimos viendo obligados a salir a trabajar afuera, tenemos un plan de movilidad internacional, con un punto de contacto por ejemplo en Stuttgart, donde los ingenieros pueden dirigirse a una oficina física en la zona más industrializada del mundo con el sector automovilístico. En ese plan de movilidad les vamos a ofrecer todas las posibilidades para salir fuera, toda la información que necesitan para trabajar en otros países y también va a llevar asociado un plan de retorno que para nosotros es lo más importante. Ahora mismo, si no hay oportunidades en España, que salgan fuera, que trabajen, aprendan y se realicen como profesionales y que tengan la posibilidad de regresar. Estamos peleando muchísimo para ver si somos capaces de reactivar nuestro tejido industrial, que es la pieza fundamental que nos falta hoy en día. Van a ser los jóvenes los que van a tener que enfrentar todos estos cambios; la nuestra es una profesión centenaria, pero en breve se va a iniciar una etapa nueva, y son ellos los que van a tener que ejercer esa transformación. Es importante que sepan que tienen compañeros detrás que les van a ayudar a superar estas dificultades.
-¿En qué consiste el plan de retorno?
-El Plan de retorno se basará sobre todo en la información, mantener a los compañeros que salen fuera en contacto para notificarles todas aquellas nuevas oportunidades profesionales que vayan surgiendo en nuestro país, en diferentes campos profesionales, y que en el momento en que puedan y quieran regresar, puedan hacerlo.
-¿Están los nuevos graduados concienciados de que lo más fácil es que tengan que irse de España?
-Estamos hablando de que tenemos un 14 por ciento de desempleo, seguimos siendo una de las profesiones más demandadas dentro de nuestro país. Pero aún así es cierto que estábamos acostumbrados a un paro testimonial, puramente de mejora de empleo. Yo les recomiendo a todos que antes de quedarse aquí, trabajando en algo que no sea lo suyo, se vayan fuera porque hay muchísimas oportunidades, y les vendrá bien como experiencia personal, para aprender otro idioma y también para crecer profesionalmente. Es una experiencia totalmente enriquecedora y no hablamos de fuga de talentos, sino de que vamos a potenciar esos talentos fuera de España para luego poder aprovecharlo aquí; hay que verlo siempre desde un punto de vista positivo.
-¿Qué consejos les daría a los estudiantes?
-El mensaje que yo siempre traslado es positivo, de que hay muchísimas oportunidades, de forma especial en el emprendimiento. Los chavales tienen una titulación con muchísimas competencias que les va a abrir muchas puertas. Es una carrera muy generalista, demandada y con conocimientos sólidos. Ellos también se lo tienen que creer, y responsabilizarse para ofrecer a la sociedad todo lo que han recibido de ella. La formación del ingeniero conlleva un coste y deben asumir su responsabilidad para trabajar y aportar a la sociedad. El camino es largo, pero que vayan poco a poco y con ilusión, que no cunda el desánimo. No cabe duda de que un ingeniero español allá donde vaya está bien considerado, hemos demostrado ser ingenieros punteros y aunque tengamos mala imagen por otras cuestiones, sí que en esto no hay duda de que somos buenos.

lunes, 17 de febrero de 2014

Conseguimos el reconocimiento como bachelor engineer en el Reino Unido

Conseguimos el reconocimiento como bachelor engineer en el Reino Unido

Después del suplicio que han tenido que sufrir los profesionales españoles, debido a las barreras que imponía la Agencia Británica UK Naric con la errónea equiparación de los títulos de Ingeniero Técnico español, y tras las múltiples reuniones, gestiones y quejas presentadas por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI), ante los Ministerios Británico y Español, y en el Parlamento Europeo, por fin se ha conseguido poner punto y final a esta flagrante discriminación.


Los Ingenieros Técnicos españoles que pretendan trabajar o continuar su formación universitaria en Reino Unido pueden estar tranquilos a partir de ahora: su titulación ha sido por fin equiparada a la que debía haber sido desde el principio, el Bachelor degree; en cambio eran comparados con un título equivalente a la Formación Profesional de dos años de duración, debido a la errónea equiparación realizada por la Agencia Británica UK Naric. Esta situación estaba causando un grave perjuicio a los profesionales españoles, y una discriminación laboral en toda regla.

Tras las múltiples reuniones, gestiones y quejas presentadas por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI), ante los Ministerios Británico y Español, y en el Parlamento Europeo, por fin se ha conseguido poner punto y final a esta flagrante discriminación.

El camino para conseguir esta importante resolución ha sido largo y difícil. El punto de inflexión en esta problemática fue el momento en el que se consiguió que el Ministerio de Educación Británico encargase un informe independiente, para el estudio de la titulación de Ingeniero Técnico, al Engineer Council of UK, organismo regulador del Reino Unido de la profesión de ingeniero. El pasado 13 de noviembre, el Presidente del COGITI, José Antonio Galdón, recibía la visita de dicho organismo.

La reunión fue el resultado del esfuerzo realizado por el COGITI en los últimos años para intentar solucionar de forma definitiva una problemática que estaba perjudicando seriamente a los Ingenieros Técnicos españoles, y más aún si tenemos en cuenta la evasión de este colectivo profesional hacia países de la UE con déficit de ingenieros, como es el caso de Reino Unido.

Al encuentro asistieron Katty Turff y Andy Watson, por parte de Engineer Council of UK. Además, el Presidente del COGITI estuvo acompañado por Gerardo Arroyo, Director de la Oficina Europea del COGITI; Juan de Dios Alférez, en representación de la Federación Europea de Asociaciones Nacionales de Ingenieros (FEANI); Margarita Lezcano-Mújica y Belén Hernández, de la Secretaría General de Títulos y Reconocimiento de Cualificaciones del Ministerio de Educación; Carolina Jiménez, del British Council Madrid; y Esteban Sánchez y Ramón Hernández, de la Universidad de Salamanca, quienes explicaron el Plan de Estudios del título de Ingeniero Técnico Industrial.

Con toda la información recapitulada, la delegación del Engineer Council of UK elaboró un informe, para clarificar la incorrecta equiparación del título de Ingeniero Técnico Industrial español en Reino Unido. Este informe emitió la recomendación de considerar a los Ingenieros Técnicos españoles como Bachelor degree, que ahora ha sido aceptada por la agencia británica UK Naric, como establece en su informe "Evaluation of Spanish the Ingeniero Técnico in the UK. Response to the Engineering Council UK report". UK Naric es la Agencia Nacional que, en nombre del Gobierno del Reino Unido, es responsable de proporcionar a las empresas y universidades la información relativa a la equivalencia en dicho país de las titulaciones obtenidas fuera de sus fronteras.

Numerosas actuaciones ante la Comisión y el Parlamento Europeo

Durante todo el proceso, hasta llegar a esta resolución favorable, el COGITI ha llevado a cabo numerosas actuaciones, entre las que destacan la denuncia que presentó ante la Comisión Europea, al objeto de que se abriera una investigación para dilucidar si se estaba vulnerando el Derecho a la libre circulación de personas y trabajadores, así como el Derecho al acceso a la educación, fruto de la equiparación errónea que estaba realizado UK Naric del título de Ingeniero Técnico español. El Presidente del COGITI formuló también una Petición al Parlamento Europeo para requerir a UK Naric que revisara la citada equiparación.
Además, en el transcurso de todo este periplo, el COGITI logró el apoyo de eurodiputados, como el mostrado desde el principio por Antonio López-Istúriz, que también es Secretario General del Partido Popular Europeo.

Por otra parte, el Presidente del COGITI se reunió en Bruselas con los eurodiputados Carlos Iturgaiz (Comisión de Peticiones PE), Pablo Arias (Comisión de Mercado Interior PE), y Verónica López (Comisión de Empleo PE), para trasladarles la problemática. De este modo, el Eurodiputado Pablo Arias Echevarría presentó una Pregunta Parlamentaria al Parlamento Europeo, en la que instaba a la Comisión Europea a velar por la correcta equiparación del título de Ingeniero Técnico Industrial en Reino Unido.

De forma individual, Ingenieros Técnicos españoles que desarrollan su vida profesional en el Reino Unido, y guiados por el COGITI, también presentaron denuncias ante la Comisión Europea por la incorrecta equiparación de su título.

Afortunadamente, todo este esfuerzo y trabajo no ha sido en vano. "Se trata de una excelente noticia que nos llena de satisfacción y optimismo, que como no podía ser de otra forma elimina el último obstáculo que nos quedaba para ser considerados Ingenieros de primer nivel en toda Europa", ha manifestado José Antonio Galdón, al tiempo que agradecía a todas las partes implicadas el enorme esfuerzo que han realizado para su consecución.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Discurso de Inauguración del III Congreso Ingenio Responsable : "Reindustrializar el futuro"

Aquí podréis ver el video del discurso inaugural del III Congreso Ingenio Responsable que organizamos desde el Colegio de la Región de Murcia, y que como comprobaréis marca nuestra apuesta por la Industria como motor de nuestra economía, algo que refrendó el entonces Presidente de la CARM D. Ramón Luis Varcarcel Siso.

miércoles, 27 de febrero de 2013

El desarrollo económico basado en la construcción se ha demostrado ficticio

Entrevista publicada en diario de Navarra (Feb. 2013)

"El desarrollo económico basado en la construcción se ha demostrado ficticio"
Pamplona, 27/02/2013.- José Antonio Galdón Ruiz (Barcelona, 1975), presidente de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), accedió al cargo cuando tenía 36 años, precocidad que también demostró cuando se convirtió en decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Murcia con sólo 30 años. Recientemente visitó la sede del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales en Pamplona para presentar un sistema de acreditación profesional que certifica la experiencia y la formación continua de los colegiados, una herramienta que también servirá para mejorar su empleabilidad en el extranjero.
-¿No es un derroche formar ingenieros en España y que se vayan a trabajar a Alemania?
Es cierto, parece que Alemania nos manda aquí a sus jubilados y se llevan para allí a nuestros jóvenes mejor formados. Pero partimos de la base de que para el correcto desarrollo de un ingeniero es preferible que trabaje en su profesión, aunque sea en otro país, a que se quede en España en el paro o empleado en otro puesto de trabajo que no esté relacionada con su formación.
-¿La acreditación es una especie de pasaporte para trabajar en el extranjero?
El sistema de acreditación profesional continuo se está implantando en todas las profesiones. Los colegios de ingenieros técnicos estamos más avanzados en este proceso que otros colectivos. No se trata de un pasaporte para salir al exterior, sino que es un sistema para certificar la experiencia y la formación continua de cada uno de los colegiados. Este sistema viene utilizándose en el mundo anglosajón desde hace muchos años e incluso se exige para trabajar en esos países.
-Luego también es una herramienta para ir a trabajar al extranjero.
Así es. Hemos firmado un acuerdo con el ZAV, el servicio federal de empleo alemán. Ellos creen en este sistema porque les estamos dando una garantía más de calidad a todos los ingenieros que van allí. Aparte, también les servimos como filtro. Con Austria también hemos firmado. En nuestra página web habrá unas 600 ofertas de empleo.
-¿Qué coste tiene?
Los colegiados no están obligados a apuntarse al Sistema de Acreditación Profesional DPC Ingenieros. Para los jóvenes es gratuito y los desempleados lo pueden obtener al 50% de su precio. La acreditación más cara, la de expertise, vale 150 euros y la más barata (junior) son 20 euros.
-¿No necesitamos ingenieros en España para desarrollar un tejido productivo exportador?
Nosotros somos los primeros que estamos defendiendo la reindustrialización de nuestro país, que apostamos para que vengan inversiones. Disponemos de unas infraestructuras magníficas y unos profesionales preparadísimos. Este es un país competitivo en cuanto a salarios. De hecho, ahora están reinvirtiendo en nuestro país muchísimas empresas automovilísticas.
-Si tenemos todo lo necesario, ¿dónde está el problema para despegar económicamente?
El problema más importante es la falta de inversiones. La inestabilidad económica del país no lo hace atractivo para las inversiones y los bancos no se animan a prestar dinero. Además, nuestra industria ha estado muy centrada en las necesidades interiores ligadas al sector de la construcción. Había regiones en las que el 50% del sector industrial se dedicaba a producir para la construcción. Y ahora que es imprescindible exportar para sobrevivir, ¿qué hacemos? Quizá nuestras empresas no han sabido abrirse a un mercado internacional porque no lo necesitaban.

Ahora nos damos cuenta que nuestras compañías tienen que salir y que hay unas oportunidades impresionantes ahí fuera. Creo firmemente en que somos competitivos y que podemos fabricar productos de calidad, pero actualmente se une la incertidumbre del crédito con la situación económica general. No obstante, soy optimista y estoy convencido que podremos darle la vuelta a la situación.
-¿Hemos aprendido algo del error de la burbuja inmobiliaria?
Todo el desarrollo económico que vivimos ligado a la construcción fue ficticio. Los índices de actividad industrial subían en aquella época de forma artificial. Desarrollar ese tipo de industria era mucho más fácil. Ponerse a fabricar puertas y ventanas era un camino muy sencillo porque ya sabías que tenías la producción vendida de antemano. Encima lo hacías sin necesidad de salir al exterior, que es mucho más complicado y nos asusta un poco.
-¿Cuánto tiempo va a costar crear un tejido industrial para dar trabajo a seis millones de parados?
La recuperación no va a ser inmediata, sino progresiva. La gente tiene que ser consciente de ello, pero, al mismo tiempo, hay que ser optimistas para que vuelva el consumo. En la medida en que la gente consuma más, esa demanda requiere producción e industria. Aunque en España hay que reconocer la importancia del turismo o la agricultura, lo cierto es que la industria había quedado abandonada por la pujanza del sector de la construcción, que desvió el rumbo económico del país y ahora hay que enderezarlo. Un sector industrial potente da estabilidad a una nación y eso es precisamente lo que necesitamos. De esta crisis vamos a aprender todos muchísimo.
-¿Podremos llegar al nivel de Alemania?
Costará, pero podemos lograrlo.
-Cambiando de tema, ¿qué opinión tiene el COGITI de la liberalización de los servicios profesionales?
Los arquitectos no están muy contentos. La futura ley de servicios profesionales tiende a eliminar determinadas barreras que no tenían sentido. Un ingeniero técnico industrial puede proyectar, por ejemplo, una nave industrial de 100.000 metros de superficie con tres plantas, dos sótanos y con tres puentes grúa y, luego, no puede hacer una nave de 50 metros cuadrados de uso agrícola. Las atribuciones profesionales se basaban en los usos y no en la complejidad técnica. En ese sentido, es un acierto que se eliminen barreras basadas en el uso y no en los principios técnicos.
-Pero si los ingenieros pueden hacer el trabajo de los arquitectos, ¿para qué enseñar esa disciplina en las universidades?
Un arquitecto siempre tendrá una formación más específica en edificación o en vivienda y un ingeniero también en edificación además de otros temas. Lo que no se puede pretender es hacer compartimentos estancos. Un arquitecto sabrá hacer otras cosas, no sólo edificios. Hoy en día lo que hay que hacer es competir y permitirle a la sociedad que elija el profesional que considere oportuno. Habrá ingenieros que quieran especializarse en edificación y competirán con un arquitecto, ¿por qué no? El mercado pedirá siempre lo mejor y eso no se puede conseguir si, independientemente de si eres bueno o malo en lo tuyo, tienes asegurada una parcela por el mero hecho de obtener una titulación.